AFP


El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, enviará este miércoles una delegación a la frontera con México, ante el aumento del flujo de llegada de migrantes indocumentados - sobre todo niños - que el mismo ejecutivo reconoció como un "gran problema" ante las críticas de varios sectores.

La Casa Blanca informó que los funcionarios viajarán junto a una delegación de congresistas para a visitar un centro para migrantes en Carrizo Springs, en Texas, una de las instalaciones que está bajo presión para acoger al creciente número de menores no acompañados que llegan a Estados Unidos.

La vicepresidenta, Kamala Harris, reconoció que Estados Unidos necesita aumentar la capacidad de procesar las demandas de asilo y de acoger a los migrantes que huyen de la pobreza, la violencia y los desastres naturales en América Central.

"Es un gran problema", dijo Harris en una entrevista con la cadena CBS en la que también afirmó que el gobierno heredó una estructura muy maltrecha de la anterior administración, que además defendió una política muy agresiva contra la inmigración irregular.

Un cambio parcial con respecto a Trump


El gobierno de Biden revirtió las grandes líneas que marcaron el plan migratorio de Donald Trump, como la política de obligar a los demandantes de asilo a esperar en México a que se resolviera su caso, pero toda la cadena de mando del actual ejecutivo ha reiterado el mensaje de que no es el momento de migrar y de que la frontera está cerrada.

Sin embargo, la promesa de Biden de mantener una política migratoria más humana se ha complicado con el aumento de la llegada de personas, que pone una fuerte presión en la frontera, aunque el gobierno se niegue a catalogar la situación como una "crisis".

"Hay niños que se presentan en nuestra frontera que huyen de la violencia, que huyen de la persecución, de situaciones terribles, pero no es una crisis", indicó esta semana la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Para el senador republicano Ted Cruz, en la "frontera hay una crisis que empeora cada día" y que es "resultado directo de decisiones políticas tomadas por el gobierno de Biden".

En una carta conjunta, el senador republicano John Cornyn y la demócrata Krysten Sinema, miembro del ala moderada del partido, pidieron a Biden que "tome medidas agresivas para asegurar la seguridad en la frontera, proteger a las comunidades y asegurar que los migrantes sean tratados de una forma justa y humana".

Las condiciones de detención de los niños en la frontera generan preocupación en muchos sectores del Partido Demócrata. La semana pasada las autoridades estadounidenses informaron que tenían 14.000 menores migrantes en custodia, 9.562 a cargo del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y unos 4.500 con la Patrulla Fronteriza (CBP).

"Transparencia"


Biden se reunirá este miércoles con Alejandro Mayorkas, jefe del Departamento de Seguridad Interior (DHS), y con los directores del Departamento de Salud para analizar la situación.

Mayorkas informó que su departamento está instalando albergues temporales para recibir a los menores y admitió que el gobierno no logra respetar una regla que establece que los niños no pueden estar más de 72 horas detenidos.

La Casa Blanca anunció que el Departamento de Salud permitirá el acceso a los medios, pero de una forma muy controlada, autorizando sólo a una cadena a tomar imágenes, que serán compartidas con el resto.

"El gobierno de Biden está comprometido con la transparencia", indicó un comunicado.

El país está en un intenso debate después de que en un editorial en el diario The Washington Post, el fotógrafo John Moore, que publicó un libro sobre la frontera, expresara su indignación por la opacidad, afirmando que el país había pasado de la política de "Tolerancia cero" contra la inmigración irregular del republicano Donald Trump, a una estrategia de "cero acceso" en el gobierno de Biden.

"El gobierno actual llegó al poder con la promesa de hacer que la política migratoria fuera más humana y más transparente. Pero está quedándose corto en esto último, lo que hace que sea difícil juzgar cómo lo está haciendo realmente: Nosotros los periodistas no tenemos ninguna forma de verificar cómo han mejorado las condiciones para los migrantes", escribió.